Condenado a 30 años de cárcel un padre por abusar reiteradamente de sus hijos
A veces leo noticias como esta y hacen que me plantee mi profesión. Los Abogados/as tenemos que realizar verdaderos esfuerzos mentales, de tripa y corazón para defender ciertos asuntos. En muchas tertulias cerveceras mis amigos preguntan y si te tocara defender un caso como éste, ¿qué harías?
La respuesta siempre es la misma: defenderlo. Todo el mundo es inocente mientras no se demuestra lo contrario. Les hago ponerse en la piel del presunto delincuente hasta el punto de que piensen que pudieran ser ellos o sus hijos los que el día de mañana cometieran un acto tan horroso. Seguro que les gustaría que alguien los defendiera, a pesar del daño que han hecho, y quien diga lo contrario, miente.
Ahí dejo la reflexión, no sin antes secar las lágrimas que brotan de mis ojos.
Enrique Martínez Sánchez de Molina